miércoles, 14 de octubre de 2009

Un MESSIas crucificado


La campaña orquestada por los medios de comunicación argentinos contra Lionel Messi merece una reflexión. El mejor jugador del mundo es el elegido como blanco de todas las críticas. Lo hicieron con Riquelme y ahora le toca al rosarino, mientras Martín Palermo es aclamado como el dios verdadero. ¿Esto es para reír o llorar?. No soy argentino, pero me gustaría compartir algo sobre un tema que preocupa a muchos.


Hoy es el partido decisivo para Diego y su equipo, partido en el que si un equipo u otro responde, será definido por los
jugadores diferentes que tengan los de Tabárez y Maradona. Los uruguayos tienen a Diego Forlán como bandera y Argentina, por aclamación mediática y popular a Martín Palermo.

¿Y
Lionel Messi? El rosarino está sufriendo el acoso de una prensa argentina que prefiere no rascar en la superficie y darle con todo al que habla poco, al que apenas concede entrevistas, al que intenta, desde el silencio, torcer la historia de un fútbol de vergüenza. Porque es esa la sensación que en estos momentos da todo el fútbol argentino.

Ya le pasó a
Riquelme y ahora le toca al blaugrana: cuando un país viene de fracaso en fracaso, tanto en lo social como en lo deportivo, se busca interpretar el futuro a través de comparaciones con un pasado que tampoco fue tan glorioso como la actualidad hace creer desde la comparación. ¿Cómo jugó Maradona en las eliminatorias del 85'?

Messi está obligado, según los medios y la gente que los lee, a
curar todas las enfermedades de un fútbol corrompido por la mediocridad y estructuralmente corroido por los intereses individuales. De Lionel Messi se espera que gane solo los partidos porque ellos (los argentinos) creen que en el Barcelona lo hace.

Y me pregunto: ¿Es Enzo Pérez como Iniesta, Mascherano como Touré, Verón como Xavi? ¿Es Maradona y su penosa imagen como Pep Guardiola?.
No existen los jugadores que ganen ellos solos, porque para ser decisivo en su parcela, el talento individual debe ser potenciado por el grupo. Y eso ya lo sabemos constantemente que repetirlo una vez más, hace que me sienta un estúpido.

Se escuchó y leí el rumor del cuestionamiento de la titularidad de Messi contra Uruguay, me hace pensar que el
atraso mental es tan grande que es imposible, sin años de educación, cambiar el pensamiento del que glorifica a Martín Palermo y cuestiona a Lionel Messi. Sí, es incomprensible para la mayoría racional pero es lo que esta ocurriendo en Argentina. Riquelme decía que es una suerte que Messi sea argentino y yo diría que los argentinos no se lo merecen.

A los argentinos les dieron por escoger entre
la Biblia y El Corán, ellos prefirieron por este último y es por eso que así les va. Tener lo mejor de lo mejor y no darse cuenta, acusar de mercenario a quien en su país natal nadie le pagó lo que necesitaba para ser quien es, argumentar que Messi debe ser suplente contra Uruguay, no es más que otro capítulo del asco que produce la mediocridad interesadamente teledirigida.

Porque son los mismos que aseguran que Schiavi y Heinze estuvieron bien y que es hora de sentar a Messi en el banquillo. Suenan las trompetas,
desafinan los clarines mientras Argentina se juega ir al Mundial 2010 con el único jugador diferente cuestionado y humillados por los mismos que vienen, secularmente, defendiendo todas las manchas de vergüenza y sangre que Argentina ha conocido. Son autodestructivos, inmorales y amigos del oportunismo. Sí Argentina ya comienza a tener estos problemas, por mi parte diría que: Messi no merece ser Argentino.

Hoy a las 5pm., uruguayos y argentinos se juegan el cupo directo al Mundial en el Centenario, el partido será motivante y ambos también dependerán del Chile - Ecuador en un partido simultáneo.

Ambos formarán de la siguiente manera:
Uruguay: Muslera - Scotti - Lugano - Cáceres - Pereira - Gargano - Pérez - Pereira - Rodríguez - Suárez - Forlán. Dt: Tabarez

Argentina: Romero - Otamendi - Schiavi - Demichelis - Heinze - Mascherano - Gutiérrez - Verón - Di María - Messi - Higuaín. Dt: Maradona

Árbitro:
Carlos Amarilla (paraguayo)